Llevamos dos años casados. Mi marido, Shin-san, está muy entusiasmado con su trabajo y vive feliz, pero su suegro, que empezó a vivir conmigo el otro día, es la fuente del problema. Porque el hobby de mi suegro es ir de compras por la noche y cuando voy a lavar la ropa, muchas veces se me salen tarjetas de visita de los pantalones. Un día, mi suegro pareció causar problemas en la tienda. Mi suegro, a quien un enojado Makoto le dijo que me echara de la casa y le prohibieran la industria del sexo, me transfirió sus deseos.
